Esta sencilla frase encapsula una verdad universal sobre el esfuerzo y la excelencia.
Aunque en apariencia sencilla, esta frase contiene múltiples capas de significado aplicables a diversos aspectos de la vida: personal, profesional, deportivo y emocional.
Lo ordinario puede representarse como la norma, aquello que se logra con el esfuerzo promedio. Sin embargo, lo extraordinario emerge cuando alguien elige ir más allá, añadiendo un pequeño esfuerzo adicional que otros tal vez no estén dispuestos a realizar. Este «extra» puede ser esa repetición más en las flexiones de brazo, esa hora extra de estudio o ese detalle adicional en un proyecto.
En un mundo donde la competencia es constante, sobresalir requiere diferenciación. Ese «extra» es lo que convierte un trabajo bueno en memorable, una interacción básica en una conexión profunda, o una actuación correcta en una excepcional. Lo extraordinario se reconoce porque sobrepasa las expectativas, añadiendo valor a cualquier esfuerzo.
No se trata de enormes saltos, sino de pequeños pasos acumulativos que, cuando se mantienen a lo largo del tiempo, generan grandes resultados. Esa «pequeña diferencia» es, muchas veces, cuestión de actitud, una disposición a aprender, mejorar y superar limitaciones autoimpuestas.
El Jiu-Jitsu es una gran herramienta que nos permite aplicar los conocimientos adquiridos en diferentes áreas de la vida!
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